El Triangulo de Oro

Seguimos en Chaing Rain al norte del país.

Ha llovido a mares durante gran parte de la noche y aunque parezca mentira nuestra cabaña de techo de hojas y bambú solo ha registrado dos goteras pequeñas y ninguna de ellas encima de las camas.

El despertador esta a las 08:00 aunque yo estoy en pie desde las 5:30 y despierto desde las 3:30, el cambio de hora me está matando en este viaje. Para colmo el chile de ayer me ha tenido el estómago como si me hubiera tomado un bote de Vicks Vaporub a cucharadas. He intentado conectar el portátil para subir el blog y la conexión va tremendamente lenta, aunque algo mejor que en Bangkok. Vaya día que se presenta.

Afortunadamente el comedor por la mañana es impresionante. Ayer por la noche en la cena solo se oían los ruidos del bosque pero ahora se ve maravilloso.

Nuestra guía nos recoge a las 9:00 para ir hacia un pequeño templo (Wat Pa Sak) que está en un bosquecito de árboles de teca, madera que era muy abundante en Tailandia pero que la explotación descontrolada ha diezmado alarmantemente

En algunos troncos hay plantas epifitas con forma de cuerno de alce que tienen un tamaño importante

En el templo hay muchos relieves y figuras algunas con sorpresa, premio a quien encuentre la de la foto siguiente.

Luego nuestra guía nos ofrece ir al templo de Wat Chedi donde si queremos podemos hacer con ella una oración budista, ofrecer incienso flores de loto a Buda.

y una ofrenda de objetos cotidianos a un monje budista: consta de dentífrico, detergente, arroz, cepillo de dientes, jabón, frutas  secas……

El monje recibe nuestra ofrenda puesta en cima de un paño tirando del mismo, no hay contacto, hace una oración por nosotros para que tengamos suerte en nuestro viaje, espero que incluyera el tema de las conexiones de Internet.

Ahora empieza la visita fuerte del día. Vamos hacia el Triangulo de Oro una zona donde dos ríos, el Mekong y el Mehong se unen en forma de Y, trazando así la frontera entre Birmania, Laos y Tailandia.

El Triangulo de Oro fué hasta los años 40 del siglo pasado la zona del mundo con mayor producción de opio. El opio se intercambiaba aquí por oro, de ahí su nombre. Los traficantes pasaban la mercancía de un país a otro según les interesaba e incluso hay una isla en tierra de nadie donde no podían ser detenidos por ninguno de los tres países.

Vamos a hacer una salida en barca remontando el Mekong hasta Birmania (Myanmar) y luego lo cruzaremos para ir a Laos, en una hora vamos a estar en tres países diferentes. En la foto tenemos a la izquierda Tailandia, al fondo Birmania y a la derecha Laos.

En Laos unos niños nos ayudan a atracar para ganar alguna moneda. Vamos a visitar un mercado de falsificaciones que hay al lado del río, todo falso, eso si hay que pasar por un chamizo para pagar al aduanero 20 baths por persona por entrar en Laos.

En el primer chiringuito venden las bebidas típicas de la zona, contienen todo lo que uno no quiere encontrarse al pasear por la selva (cobras, serpientes,escorpiones, arañas.....)  nos acordamos de nuestros amigos Gerardo y Raquel…. y no las probamos. (Pero nos tomaremos una cerveza a vuestra salud que hoy es miércoles)

Compramos tres polos Lacoste, varias camisetas Billabong, bolsos Prada, Kipling etc…… Por toda la mercancía pagamos unos 31 €. Más falso que un € con dos caras.

Volvemos a Tailandia. El Triangulo de Oro debió ser hace 100 años un autentico avispero: Opio, oro, cultivadores, traficantes, fumadores. Aquí la gente moría como conejos por bala, cuchillo u opio. Hay un museo del opio con una colección muy grande de utensilios y objetos relacionados con  este mundo.

Juegos de pesas, todos con formas de animales

Balanzas plegables en un estuche para pesar el opio y el oro

Paletas para retirar el látex de la capsula de la amapola que produce el opio

Pipas que usaban en los numerosos fumaderos de opio del Triangulo.

Hace casi 70 años que desapareció el cultivo, trafico y consumo masivo en esta zona. Las historias y fotos del museo ponen los pelo de punta.

Regresamos al hotel.

Mañana más.

Pista para encontrar lo que esconde la foto. "esta en el bicho de la izquierda" "digamos que a la altura de la cintura"

   

Volando hacia Chiang Rai

Toca madrugón, a las 08:15 sale nuestro vuelo a Chiang Rai en el norte del país casi en la frontera con la antigua Birmania y Laos. La triple frontera donde se encuentra el “Triangulo de Oro” donde estaba localizado el cultivo y tráfico del opio en la primera mitad del pasado siglo y que es atravesado por el río Mekong.

Como el aeropuerto esta a 25 km del centro y el tráfico aquí es …………… como es, nos levantamos a las 05:00 y  salimos con equipaje a las 5:45 del hotel. Llegamos sin grandes problemas a pesar de que ya hay tráfico denso a esta hora. A las 7:00 ya estamos facturando

En Chiang Rai nos espera Paan nuestra guía durante los próximos días y el chofer Yang. Vamos a hacer una pequeña excursión por la zona para entrar en materia. Los alrededores de Chiang Rai son de montaña y selva con bosques de bambú gigante hasta 30 metros de altura.

Primero vamos a visitar a un “pueblo de la montaña” donde viven los Akha, la guia  dice que es una “tribu” diferente del resto de habitantes de la zona y se dedican a la agricultura. El coche no puede seguir cuando se acaba la pista y hay que seguir andando, amenaza lluvia………. Y cuando llueve aquí, va en serio.

Pronto aparece el poblado, lo cual es un respiro por si llueve y hay que volver corriendo a la furgoneta. Tiene electricidad y poco más, esáàa formado por una docena de cabañas de bambú y paja. En la puerta de la primera vemos a un padre con su hijo que nos saluda.

Más adelante un paisano viene corriendo y le quita la lona a  un tenderete de bambú con cuatro pulseras. A este pueblo no vienen más de 15 turistas al mes  pero nos ha detectado desde lejos. Hace buenas migas con Paloma rápidamente.

El pueblo esáa vacío, no vemos a nadie. Hasta que de detrás de una valla aparece lo que yo sueño con encontrar en todo viaje, un personaje de foto del National Geografic.

Una mujer mayor con su nieto a la espalda cuidándolo mientras sus padres trabajan en la montaña. Tiene la boca y los dientes rojos y gastados de masticar “betel” una semilla de palmera muy típica de Asia y que ya hemos visto masticar en Indonesia y Micronesia, donde la mastican mezclada con hojas y arena de coral. No lo puedo evitar le pido permiso y le caen 20 fotos.

De vuelta al coche nos cruzamos con el primer vecino y su hijo. Parece un personaje de Tintin

Seguimos el recorrido y paramos en un poblado de chinos donde tomamos un té que nos ofrecen acompañar de unos gusanos fritos. Pasamos de lo segundo……. Ya habrá tiempo cuando estemos más aclimatados. También venden raíz de ginseng.

Nos damos una vuelta por el lugar que tiene un sabor muy de fin del mundo.

Empieza a llover y nos vamos a comer a un restaurante local. Menú del día: arroz blanco, cerdo guisado con salsa de soja, setas con aceite de ostra, pan de arroz y sopa de bambú. Bastante rico aunque el cerdo tenia mas grasa que un oso polar.

 Coca Cola Tailandesa

Y termina el recorrido, camino al hotel atravesamos campos de té.

Llegamos al Puchai Sai Mountain resort, está metido en un bosque en la ladera de una montaña, nuestra habitación es una cabaña de bambú con techo de hojas y por supuesto mosquitera (estamos en zona de riesgo de malaria,) aquí los zancudos son peligrosos. No hay problema venimos preparados con un arsenal químico de órdago.

Pero para guerra química la de la cena, todo estaba delicioso hasta que, sin darme cuenta, me he metido en la boca un trozo de chile de dos centímetros y he tenido la sensación de que me daban en la boca con un soplete. Otra lección, en Tailandia hay que tener mucho cuidado con lo que tienes en el plato, te puede socarrar hasta el bigote.

Nunca te acostaras sin saber una cosa mas. !Que sabio es el refranero y como me pican los morros¡

Bangkok el gran atasco

Hoy hemos decidido quedarnos un rato en la habitación para intentar poner al dia el blog .Llevamos un retraso de tres días por los problemas para conectarnos con un mínimo de ancho de banda que permita subir el blog y las fotos. La situacion no mejora, subir una entrada es un trabajo de chinos.

A media mañana hemos salido a pasear y hacer compras. Tomamos un taxi para ir al mercado de Pratunang Y nos hemos metido en un atasco de tráfico colosal un recorrido de 15 minutos se ha convertido en 1 hora. No había visto en mi vida un atasco semejante, en los cruces de avenidas la gente obstruye el paso y cuando tienen que pasar los de la otra avenida no pueden avanzar ni un metro. Esto va creciendo como la ola de un tsunami y al final, km y km de calles están colapsadas.

Al final llegamos al mercado que tiene, como todos los que hemos visto aquí, una extensión considerable y es laberíntico, dando la impresión de que si penetras mucho en él no encontrarás la salida jamás.

  

Los precios son los mejores que hemos visto por ahora. Después de entrar por varias calles llegamos a una zona de vestidos de fiesta y espectáculo que parece de otro planeta. Hay vestidos como para espectáculo circense

Otro para dar el cante en cualquier fiesta y que parece de la talla de Paloma. Es un look tipo Cruela de Vil en Nochevieja. Se admiten pedidos que os tramitaremos con el proveedor directamente.

Y luego están los de cena de gala a los que solo les falta la cornamenta de ciervo a juego.

Ah!! Y si no tienes un melena apropiada para el vestuario que elijas……. No hay problema, cantidad de puestos de pelo natural te solucionan el problema.

Nos vamos a comer algo pero decidimos buscar algo un poco más apropiado que la comida que vemos en los puestos callejeros y eso que los “pulpitos y calamares a la parrilla” no tenían mala pinta.

En Tailandia están de elecciones generales y hasta los estudiantes hacen propaganda cuando salen de colegio

Por la tarde nos volvemos hacia el hotel. El tráfico sigue totalmente colapsado. Cenamos pronto que mañana hay que madrugar.