Hoy ha sido un día especial de los que no se olvidan nunca, un día de esos que valen por todo un viaje.
Nos hemos levantado a las 5:45. Tenemos que estar a las siete cerca de un monasterio de monjes budistas que salen todos los días a recibir la comida que les lleva la gente. Literalmente hemos saltado de la cama y a las 6:00 ya estamos desayunando para salir del hotel a las 6:30 con todo listo. A las 6:55 ya estamos en la carretera por donde bajan los monjes.
Los monjes budistas no poseen más que su túnica y el plato donde comen, no tienen nada más, van descalzos. Son alimentados diariamente por la población, salen del templo a las 06:30 y hacen un recorrido de unos dos kilómetros a lo largo del cual la gente se va situando para entregar los alimentos que llevan de sus casas o compran en los puestos que hay en el recorrido, cuesta 20 baths (0,50 €) comprar un poco de comida para ofrecerles.
Desde nuestra mentalidad de occidentales resulta difícil apreciar la belleza y el contenido de estos ritos. Hay que hacer el esfuerzo de meterse en la piel y la religión de esta gente y ver el fondo de belleza, bondad y solidaridad de sus costumbres.
La gente se sitúa en la calle descalzos, agachados y con sus ofrendas, los monjes paran delante se procede a una ceremonia de oraciones, entrega de comida, bendiciones, reverencias todo muy sencillo pero tiene algo especial, puro. Son los más jóvenes del monasterio los que se ocupan de esta misión..
Al final se vierte agua en un recipiente y cuando los monjes ya se han ido, se echa en la tierra para pedir por la salud y la suerte de los seres queridos.
Ya hay monjes que vuelven cargados al templo con las ofrendas. Siempre mantienen una actitud de serenidad que me hace pensar que saben cosas que los demás ignoramos.
Luego vamos al pequeño templo en homenaje de un monje importante que hay al lado. Pern nos explica con detalle lo que hay que hacer en cada momento.
De camino hacia nuestra segunda visita del día, pasamos delante de un puesto callejero de comida de los que hay millones en Tailandia: el aspecto parece descuidado.....
......pero la comida que vende tiene tan buen aspecto como sabor
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