¿Por qué se nos ocurrió lo de ir a Bhutan? Conocemos, de lejos, solo a un par de personas que han estado allí de viaje. Es un destino poco frecuente y menos yendo solos, sin viaje organizado. Cuando empezamos a preguntar en agencias, nadie nos organizaba nada a Bhutan. Cuando preguntamos en Sanidad si necesitábamos alguna vacuna no sabían nada de este país.
Resulta que conocemos, quizás al único español que vive y trabaja en Bhutan, nuestro amigo Jorge. Lo conocimos cuando era director de un hotel en Bali (Indonesia). Nos gustó tanto Bali, el hotel y su director que terminamos manteniendo la amistad con Jorge y volvimos a Bali al año siguiente. Ahora, cosas de la vida, es director de un hotel en Bhutan y cuando le dijimos que íbamos de vacaciones a Tailandia, hizo lo que él sabe hacer de maravilla, convencernos de que visitásemos Bhutan. Lo consiguió fácilmente, no opusimos resistencia alguna. Jorge siempre tiene buenos argumentos para convencer.
Bhutan siempre estaba en nuestra agenda de viajes futuros, en la categoría de viajes complicados de realizar. Y pensamos... si no vamos ahora que esta allí Jorge… ¿cuando vamos a ir? Por eso dentro de 40 horas nos montaremos en un vuelo de Drukair, la única compañía que vuela a Bhutan, para ir a uno de los países más aislados y difíciles de visitar.
Esperamos tanto de este viaje, que estamos nerviosos por llegar. Todo lo que leemos del país aumenta las ganas de llegar. Las complicaciones para ir, los visados, los permisos, las tasas por visitante diarias, todos los incovenientes nos han animado más todavía.
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